Odio, envidia e insultos; el precio del éxito en México.

Tal parece que la ya famosa frase “El peor enemigo de un mexicano es otro mexicano” es una cruda verdad. Y es que basta con observar el caso de atletas de diferentes disciplinas y darse cuenta que el recibir insultos por un gran porcentaje de connacionales es una constante.

Esta tendencia, es un problema frecuente entre los deportistas exitosos o conocidos, y es que no faltan las personas que tal vez por frustración o envidia, critican de manera visceral y sin justificación, a gente que pasa su vida luchando por obtener un objetivo.

Como hemos podido ver con el paso de los años, esta situación no distingue de sexos o preferencias, no importan tus logros y sacrificios, lo realmente importante para este tipo de gente es desacreditar, insultar, denigrar o discriminar a seres que ni siquiera conocen.

Existe una gran cantidad de atletas que han sufrido este tipo de experiencias debido a perder alguna competencia, bajas de rendimiento, un error durante algún partido o estilos de vida. Lo realmente sorprendente es que en ocasiones hasta obteniendo buenos resultados, victorias, campeonatos o records, son embestidos por comentarios despectivos sobre su apariencia física, técnica, trayectoria o cualquier cosa que les pase por la mente.

Lamentablemente esta condición no es exclusiva del tema deportivo, es un problema social que se vive en nuestro país, en el que nuestra cultura nos sumerge en una espiral de críticas destructivas e insultos.

La aplicación de empatía nos vendría bien como sociedad, tratar de comprender los procesos que viven las demás personas que ponen en riesgo su integridad y dan su mayor esfuerzo por alcanzar una meta y convertir en realidad sus sueños; además de enfocarnos más en nuestros propios planes.

Tal vez la solución sería plantearnos retos personales y trabajar duro en ellos, podría darnos esa sensibilidad que no tenemos con las personas que están luchando por realizar sus sueños. Si nos apoyamos en lugar de intentar destruirnos construiríamos un mejor entorno y viviríamos mejor como sociedad.

“El primer paso para hacer nuestros sueños realidad, es convertirlos en metas”.

Fotografías de:

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